Dossier: Historias del arte, historia de las imágenes - Vol 29, n. 2 (2023)

2022-12-05

Enrico Castelnuovo, en un célebre texto, indica la complejidad de la disciplina Historia del
Arte y sus ramificaciones. En sus palabras, “la mejor manera posible de hacer historia del
arte es recuperar, con todos los medios a nuestro alcance, todo lo que sea posible saber
sobre el punto de partida, sobre los criterios de composición, valoración, etc., siguiendo por
el artista y el público, o más bien por el público, teniendo una conciencia clara de nuestra
situación, es decir, dónde estamos y dónde nos posicionamos cuando intentamos
determinadas operaciones. […] Complejidad y multiplicidad: el historiador del arte debe
mirar en muchas direcciones, tener en cuenta muchos, muchos datos”. Preciosos datos de
Castelnuovo que, en cierto modo, se corresponden con las exigencias actuales de la
disciplina. “[...] Todos los medios que tenemos a nuestra disposición” significan también qué
pregunta el tiempo y en qué medida las preguntas son importantes en un momento dado.
Los horizontes de hoy piden más ventanas, más amplias y abiertas a diferentes caminos.
Pensar el análisis de la imagen a través de la historia del arte es una tarea hercúlea y
necesaria. La disciplina nunca fue pensada aisladamente, siempre en relación o
posicionada entre tantas otras.

Este punto de vista se ve reforzado por una visión que considera la historia del arte en
relación con la historia de las imágenes o de las formas, de la manera más amplia posible.
Hans Belting, ya sea en Imagen y culto o El fin de la historia del arte, reflexiona sobre
términos amplios en los que las imágenes, especialmente fuera del conjunto tradicional
previsto por la disciplina, pueden ser pensadas en conjunto. Si hoy cuestionamos con mayor
claridad el lugar que tienen ciertas imágenes en la historia del arte, también lo hacemos
desde un punto de vista revisionista y muchas veces condenatorio de la actuación y
disciplina llevada a cabo en el pasado. Para volver a Castelnuovo es necesario utilizar todos
los artificios que tenemos, sin embargo, estos puntos también son históricos.

Al mismo tiempo, entendemos que las imágenes deben ser sometidas a un interrogatorio
histórico. Para comprenderlas, el historiador puede indagar en la relación que establecen
con la tradición y/o con el contexto de producción, pero en este oficio es fundamental ser
consciente de que la obra sigue aconteciendo. Nuestro interés por el pasado nace de las
exigencias concretas de nuestro tiempo.

Este dossier pretende cubrir una amplia gama de análisis de imágenes con diferentes
enfoques desde diferentes disciplinas. La historia del arte, la comunicación, la antropología
y otras áreas son bienvenidas para una visión fractal del análisis de la imagen en nuestra
contemporaneidad. También una constante variación de soportes: cine, fotografía,
publicidad, bellas artes, etc. Entre otros puntos, apuntamos a los siguientes ejes:

1 – Anhelos contemporáneos: por una historia más amplia de las imágenes
2 – Estudios visuales
3 - Decolonialidad
4 - La obra como archivo