La onto-política del cuidado multiespecies

la protección de la vida silvestre en Costa Rica durante la pandemia de Covid-19

Resumen

Coyotes (Canis latrans) que realizan visitas nocturnas a recintos universitarios y barrios urbanos capitalinos. Ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) que juegan junto a sus crías cerca de las playas turísticas. Dantas (Tapirus bairdii) que utilizan senderos diseñados para visitantes humanos en las áreas silvestres protegidas. Monos carablanca (Cebus capucinus) ladrones de comida que se quedan sin víctimas humanas a las cuales atacar. El avistamiento de especies de la fauna silvestre en espacios de intensa actividad humana se convirtió en un acontecimiento frecuente durante los primeros meses del confinamiento social adoptado por los gobiernos como medida para reducir la propagación del virus del Covid-19. Este ensayo trata sobre uno de los aspectos más paradójicos de la emergencia sanitaria provocada por la actual pandemia: el “retorno” de la vida salvaje a las ciudades en un momento histórico en que la crisis ambiental y la degradación de los hábitats naturales, resultado de las acciones antrópicas, están provocando el surgimiento de nuevas amenazas para la salud humana y ambiental, sin paralelo en la época contemporánea. El objetivo es generar una reflexión crítica sobre las implicaciones ético-políticas y pedagógicas de los avistamientos y su relación con el desarrollo de iniciativas y programas públicos de protección de la biodiversidade. A través de la articulación de relatos sobre experiencias ocurridas en Costa Rica, en este ensayo se propone que los avistamientos pueden influir en la reconfiguración de geografías más que humanas, en la medida en que esas vivencias alteran la percepción humana sobre los paisajes y el modo de experimentar la coexistencia multiespecies. De ese modo, cabe preguntar si los avistamientos han contribuido a crear condiciones y significados que hayan transformado las relaciones entre humanos y animales durante la pandemia. También interesa estudiar el papel y la importancia que tienen las interfaces tecnológicas en esos encuentros y su relación con cambios en el estatuto ontológico de las relaciones. El abordaje de estas cuestiones puede generar un conjunto alternativo de recursos cognitivos y de conocimiento para comprender las prácticas y agenciamientos animales de manera más integral, lo que conduciría al delineamiento de axiomas que viabilicen la formulación de una nueva ética de la convivencia multiespecies. El referente teórico utilizado es el propuesto por el llamado giro ontológico en las ciencias sociales. De este modo, el Antropoceno es considerado como un registro simbólico que ayuda a problematizar la confianza ciega en horizontes de futuro basados en narrativas de progreso tecnocientífico linear y apolítico, y no solo como una época geológica caracterizada por el predominio humano. En las consideraciones finales, se llama la atención sobre la necesidad de superar visiones instrumentales de la categoría “naturaleza”, y se defiende la incorporación de onto-políticas del cuidado en actividades de conservación de la biodiversidade que exploren y articulen dimensiones emocionales, afectivas, sensoriales y simbólico-espirituales en la lucha contra el cambio climático antropogénico y la degradación ambiental.